sábado, noviembre 8

Catalunya, un reino-estado confederalista
(siglos XIV a XVI)

Año 1412 Compromiso de Caspe

Martí l’Humà, conde de Barcelona y Príncep de Catalunya, muere sin descendencia. Las tres Cortes de los reinos de Aragón, Valencia y Catalunya envían a Caspe a tres representantes cada uno para elegir al nuevo Conde de Barcelona entre los diferentes pretendientes.

Que cada reino, Aragón, Catalunya y Valencia tuviera sus propias cortes es la mejor prueba que durante los 300 años que Aragón y Catalunya compartieron rey se mantuvieron políticamente separadas. Es más, en cierta forma es la semilla del talante “federalista” que más tarde se convertirá en un rasgo de la personalidad de Catalunya. Cuando Jaume I el Conqueridor reconquista Valencia, en vez de anexionarla a Catalunya o Aragón, decide crear un tercer reino con sus propias cortes (los aragoneses presionaron al rey para que repartiera el territorio entre Aragón y Catalunya, pero la decisión de Jaume fue considerarlo un nuevo reino).

En el Compromiso de Caspe, aragoneses y valencianos se aliaron para imponer a su candidato: Fernando de Antequera, tío del rey de Castilla. Su motivación, totalmente legítima, para optar por un rey “castellano” frente al Comte d’Urgell, el candidato catalán, fue reducir el poder e influencia de los catalanes sobre el monarca, ya que la corte siempre había estado en territorio catalán. Si los anteriores reyes catalanes hubieran reinado con un estilo centralista, absolutista y asimilador, rasgo característico de los borbones, esta situación nunca se hubiera producido pues sin duda por su mayor poder Catalunya habría “absorbido” tanto Aragón como Valencia.

Aunque parezca un detalle poco importante, en la tensión entre absolutismo-centralismo y foralismo-federalismo, está la base de todo el problema actual. Más adelante lo veremos.

Algunos citan que cuando Fernando de Antequera acudió a las Corts Catalanes para jurar las Constitucions Catalanes y poder ser designado nuevo Conde de Barcelona, hizo su discurso en castellano lo que provocó que todos los diputados le abuchearan pues dicho idioma era considerado una lengua extranjera pero no hay ninguna prueba de que efectivamente este suceso ocurriera así.


Años 1469-1618

En 1469 Isabel, futura reina de Castilla-León y Fernando, futuro rey de Aragón, Valencia y Conde de Barcelona, se casan. La unión entre ambas coronas y, por tanto la semilla de lo que a la larga acabaría siendo España, no tiene origen en ninguna voluntad política de las cortes ni mucho menos del pueblo, sino en el mero hecho de que, desde Fernando de Antequera, pertenecían a la misma familia y era la mejor forma de consolidar su poder.

A partir de su hija Juana la Loca (casada con Felipe el Hermoso) y posteriormente su nieto Carlos I de España y V de Alemania, todos esos reinos pasan a compartir monarca.

Hasta el siglo XVII, a pesar de algunos intentos de centralismo-absolutismo y la obvia preponderancia de Castilla por disponer la corte en su territorio, Catalunya sigue estando de facto separada del resto de reinos al disponer de leyes diferentes, cortes diferentes, monedas diferentes, lengua diferente… La Corona es de hecho el único estamento que comparten, como antaño lo habían hecho Catalunya y Aragón, o como actualmente lo hacen países como Inglaterra, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… sin que nadie dude por ello que son naciones independientes.


En cierta forma, el carácter “federalista” de la corona de Aragón es mantenido y aplicado por los Habsburgo como linaje reinante, frente al “absolutismo” que empiezan a mostrar los Borbones en Francia.


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