Año
1137
En 1134 Alfonso I, Rey de Aragón, muere sin
descendencia. Su hermano Ramiro, hasta entonces monje, aunque no tiene ningún
interés en gobernar, acepta la corona, se casa, tiene una hija y al año
siguiente la desposa con Ramón
Berenguer IV, Conde de Barcelona, y se retira de nuevo para
poder continuar con su vida monacal.
En las capitulaciones matrimoniales, Ramiro exige
que ambos reinos nunca puedan unirse y así fue. Cada uno mantuvo siempre sus
propias leyes y cortes durante 600 años hasta que fueron suspendidas por Felipe
V, compartiendo tan sólo la corona con el Conde de Barcelona que, a partir de
ahora, será también Rey de Aragón.
Año
1150
Primera muestra que se conserva de las “cuatro
barras” de la senyera catalana. Se trata de un sello de Ramón Berenguer IV,
conde de Barcelona.
Año
1283
Se celebran por primera vez las Corts Catalanes en
Barcelona, bajo el reinado de Pere I el Gran, estableciendo él mismo que:
«. . .si nós i els successors nostres volem fer
alguna constitució o estatut a Catalunya,
els
sotmetrem a l'aprovació i consentiment dels Prelats, dels Barons, dels
Cavallers i dels Ciutadans...».(lib. 1.tit.15.const.1.pag.43)
(si Nosotros y nuestros sucesores quieren hacer alguna
constitución o estatuto en Catalunya, los someteremos a la aprobación y
consentimiento de los Prelados, Barones, Caballeros y de los Ciudadanos)
En esas mismas cortes se promulgan las primeras “Constitucions
Catalanes”, compilación de todas las normas, especialmente de aquéllas
propuestas por el Conde de Barcelona. Esta es la portada de la tercera
compilación de 1585:
Las últimas “Constitucions Catalanes” fueron
promulgadas en 1705 por las Corts Catalanes, hecho que por si solo demostraría que
hasta ese momento, al menos jurídicamente, Catalunya fue un principado
independiente del resto de reinos que formaban las Españas. Y la palabra
“independiente” está utilizada con todo el rigor pues hasta el Decreto de Nueva
Planta de 1715 no existía ni una sola norma de ámbito español que rigiera en
Catalunya.
Las Constitucions Catalans eran únicas en su época y
en el mundo por el gran poder que disponían las Cortes frente al Conde de
Barcelona (es decir, el Rey):
1) Ante la muerte del Conde de Barcelona, el príncipe heredero no era
considerado nuevo conde hasta que no juraba guardar y respetar las
Constitucions Catalanes, algo inédito en toda Europa donde mandaba la fórmula
“el Rey ha muerto, viva el Rey”.
2) Las Constitucions Catalanes disponían la célebre fórmula “lo pactado
obliga”, por la cuál ningún conde o rey podía desdecirse de las normas y usos
juradas por él o sus antecesores (origen para algunos del famoso “pactismo”
catalán).
3) Sólo las Corts Catalanes tenían potestad para hacer un llamamiento al
pueblo para que se alistaran obligatoriamente en el ejército. Es la famosa
“crida” que después tendrá consecuencias importantes en la historia de
Catalunya, con la revuelta dels Segadors.
Año
1289
Las Corts Catalanes crean la Diputació del General,
órgano encargado de recaudar los impuestos en Catalunya. Con el tiempo pasó a
llamarse la
Generalitat. Algunos españoles tienen la creencia de que la
Generalitat nace con el Estatut y la actual Constitución Española y, de hecho,
el propio gobierno no ceja en afirmar
que la legitimidad de la Generalitat se basa en la Constitución, pero en
realidad Artur Mas es
el presidente nº 129 de la Generalitat…
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