martes, noviembre 27

La noche electoral de los muertos vivientes

Del auténtico perdedor de las elecciones


% de voto del PSC en Elecciones Catalanas

Si eliminamos el efecto "Maragall", vemos que la tendencia del PSC desde 1988 es un decrecimiento constante 

Tanto en número de votos como en escaños, el perdedor de las elecciones ha sido el PSC. En escaños -29% y en votos -9%. El peor de todos los partidos.

Pero si lo miramos en relación a las Elecciones del 2006 todavía es más dramático. El PSC es el ÚNICO de todos los partidos que pierde tanto votos como escaños. Todos los demás aumentan. Una pérdida del -35% en votos y -46% en escaños. En seis años el PSC ha pasado de 37 escaños a 20. Y esos 17 escaños se han repartido entre todos los demás partidos. Seis para los catalanistas, once para los españolistas.

Ese es el gran cambio en Catalunya. Ha desaparecido la única bisagra que había entre los catalanes y España. Los únicos que todavía creían que era posible encontrar un mejor encaje de Catalunya en España han pasado de gobernar a ser uno más del montón.


Partido mayoritario por comarca Elecciones 2012 (azul CIU, rojo PSC)

Desde hace 300 años los catalanes se debaten entre dos opciones: encontrar un mejor encaje en España a través de recuperar autogobierno, o directamente disponer de un estado propio.

Desde 1714 hasta ahora, en siete ocasiones se ha intentado la primera vía:

  • Las Guerras Carlistas, el Memorial de Greuges, la Mancomunitat de Catalunya, el Estatut de Núria, el Estatut de Sau, el Estatut del 2006 y finalmente el intento de obtener el pacto fiscal.

En todas ellas, la reacción desde Madrid fue rebajar considerablemente el nivel de autogobierno demandado por los catalanes o directamente rechazarlo (recorte de la Mancomunidad, recorte del Estatut de Sau, recortes y sentencia en contra del Estatut del 2006, no al pacto fiscal). Posiblemente por esto son también muchas las veces que los catalanes han optado directamente por independizarse en mayor o menor grado:

  • La República Catalana de Pau Claris en 1641, la Guerra de Secesión del 1714, la 2ª República Catalana de Francesc Maçià en 1932, el Estat Català de Companys en 1934 y por supuesto el movimiento actual.

En todas ellas, siempre han sido los órganos democráticos de Catalunya o sus legítimos representantes los que han dado ese paso adelante. Lamentablemente, la respuesta desde Madrid, Castilla o España no siempre ha sido precisamente democrática. Hasta en cuatro ocasiones se han suspendido o eliminado los órganos de gobierno catalanes:

  • El Decreto de Nueva Planta en 1714, Primo de Rivera en 1923, el ejército rodeando la Generalitat de Companys en 1934, el propio Franco suspendiendo la Generalitat y fusilando a su presidente, etc.

Si hacemos una media, en los últimos 300 años cada 30 años Catalunya ha probado recuperar todo o buena parte de su autogobierno. En cierta forma, es como si cada generación de catalanes lo hubiéramos intentado. Y, duele decirlo, pero la reacción desde España recuerda demasiado a la famosa frase de Espartero: “cada 50 años habría que bombardear Barcelona”.

Ahora de nuevo hemos intentado encontrar un mejor encaje, primero con el Estatut del 2006 y después con el pacto fiscal. Y de nuevo nos han dado con la puerta en las narices. Por eso la mayoría de los catalanes han dicho basta, ahora toca el otro camino. Y por eso CIU se ha rendido a la evidencia y ha apostado por el estado propio. El PSC, en  cambio, es el único que sigue creyendo en la quimera del federalismo.Y justo desde el 2006 hasta aquí ha perdido la mitad de sus escaños. Como si fuera un zombi que no se ha enterado que se murió justo el día que Zapatero se desentendió de su promesa de defender el estatut.

Eso es lo que ha pasado en Catalunya en estas elecciones. Ya no hay bisagra. Ya no queda nadie que crea posible ese mejor encaje. Por eso el PSC se ha hundido. Se han subido a un autocar que va vacío, mientras los otros dos hace tiempo que salieron, cada uno en dirección contraria. Y delante del nuestro sólo nos queda un camino: la independencia. Y la gran duda, a falta de bombas, es cómo reaccionarán los españoles esta vez para pararnos. ¿Con un par de Guardia Civiles?

2 comentarios:

  1. Marketing SS, historia, no tanto. A parte ciertas ligerezas, la guerra de secesión no es la del S XVIII, la nuestra, de ese siglo fue la Guerra de SUCESIÓN al trono de España y no para la independencia de Catalunya, esta fue otra cuando Portugal lo consiguió y nosotros no. Al César....

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  2. Apreciado Encari (tío Enrique para la family),

    Catalunya tomó partido por el Archiduque Carlos en la guerra de Sucesión a partir del Tratado de Génova de 1705 firmado con los ingleses. Ocho años después, en Julio de 1713 Gran Bretaña y España firmaron un tratado de paz (uno de los muchos que forman el conjunto del Tratado de Utrecht), en el que los ingleses reconocían la soberanía de Felipe d'Anjou en España. Muchos ingleses vieron en ese tratado una traición al pueblo catalán (puedes leer “La deplorable historia de los catalanes” y “El caso de los catalanes”, ambos escritos en 1714 por autores ingleses).

    Días después en Barcelona se reunieron "los Braços de la Generalitat", ente que disponía del poder en caso de que las Corts Catalanes no pudieran reunirse por motivos excepcionales, como era en aquel momento la guerra. El objetivo era decidir si aceptaban el tratado que habían firmado los ingleses o no. El 9 de Julio de 1713 por mayoría se acordó realizar una Crida y continuar con la guerra. Este es el texto que se firmó:

    “Havent los Braços Generals, lo die 6 del corrent mes aconsellat a est consistori resolgués defensar les Llibertats, Privilegis y Prerogativas dels Catalans, que nostres Antecessors à costa de sa sanch gloriasament alcansaren, lo die 9 del corrent manarem fer la Crida pública per nostre defensa”.

    Como verás, en él sólo se hace referencia a Catalunya y sus derechos y no hay ni una sola palabra sobre el Archiduque Carlos. Hasta ese día había sido una guerra de Sucesión, a partir de entonces lo fue de Secesión.

    Por si alguien te cuenta que el Archiduque Carlos tampoco aceptó el Tratado de Utrecht y que, por tanto, los catalanes seguían luchado por la "sucesión", tampoco sería cierto, al menos por unos días. El 6 de Marzo de 1714 se firmó el Tratado de Rastatt y el 9 de Septiembre el de Baden, donde el Archiduque Carlos, aunque conservando el título de rey de España, aceptaba el tratado de Utrecht conforme Felipe d'Anjou era el legítimo monarca de España. Ambas fechas son anteriores al fin del asedio de Barcelona el 11 de Septiembre de 1714, por lo que tampoco se explica que los catalanes siguieran luchando meses o días por un rey que ya había renunciado al trono...

    La realidad es que el compromiso de los catalanes era con los ingleses y venía del tratado de Génova. Por eso, fue después del tratado entre ingleses y españoles en Julio del 1713 que los catalanes se plantearon la razón de ser de la guerra y el continuar o no. La declaración del Braços del 9 de Julio de 1713 no deja lugar a la duda: luchaban por su libertad y el Archiduque Carlos y su esposa que hacía meses que los habían abandonado les importaban un carajo, con perdón de la expresión.

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