jueves, noviembre 7

¿Por qué tantos catalanes están a favor de la independencia?

¿El independentismo ha tenido siempre tanto apoyo?

Como vimos al repasar la historia de Catalunya, los catalanes siempre se han movido entre dos opciones: intentar encajar mejor en España consiguiendo un mayor autogobierno (o lo que es lo mismo, intentar que España fuera un estado realmente plurinacional) o directamente optar por ser independientes. Y los apoyos han ido moviéndose de forma mayoritaria hacia una u otra alternativa según las diferentes dinámicas históricas.

Ahora ha sucedido exactamente lo mismo. Durante años ha sido mayoritaria la opinión de encajar mejor en España, pero en los últimos tiempos han cambiado los pesos y ahora son mayoría los que quieren la independencia.


¿Por qué se ha producido este cambio?

La mayoría de políticos y periodistas españoles afirman que el auge del independentismo se ha debido principalmente a tres causas:

  • La crisis y el malestar social que provocaron los recortes.

  • El cambio de rumbo realizado por Artur Mas y Convergencia para desviar la atención de la opinión pública catalana sobre el punto anterior y, especialmente, de los casos de corrupción que estaban apareciendo.

  • El lavado de cerebro provocado por la escuela catalana, TV3 y otros medios de comunicación públicos o privados subvencionados, todos ellos orquestados por los políticos soberanistas catalanes precisamente debido al punto anterior.

El tiempo ha rebatido los dos primeros sin ninguna duda. Artur Mas ya no está, Pujol está desaparecido y defenestrado y la salida de la crisis debería haber apaciguado el independentismo pero en cambio estamos en cuotas máximas.

Sobre el lavado de cerebro, podríamos escribir un blog entero con argumentos en contra y todavía nos faltaría espacio, pero tres rápidas reflexiones:

  • ¿Cómo puede TV3 convencer al 50% de la población con una audiencia de tan sólo el 14%?

  • Si la escuela catalana fuera una máquina de crear independetistas, ¿cómo puede ser que el grupo de 40 a 55 años es donde el apoyo a la independencia es mayoritario y en cambio son generaciones que se educaron con los planes educativos españoles y no catalanes?


  • Si los medios de comunicación catalanes son voceros del independetismo y los españoles en cambio son objetivos ¿cómo es que Observadores políticos independientes elaboraron un informe que defendía todo lo contrario o cómo es que el propio Sindicato de Periodistas de TVE defiende a TV3 de las acusaciones de imparcialidad mientras reclama la falta de independencia en sus propios medios?




Ya hemos visto como desde hace 300 años y de forma invariable a lo largo de la historia, los catalanes han intentado una y otra vez encontrar un mejor encaje en España. Hasta hace unos pocos años el partido que posiblemente ocupaba este espacio y mejor encarnaba este role era el PSC. El Estatut del 2006 de Maragall fue sin duda el último gran intento en este sentido pero tanto los recortes realizados por el Congreso como la sentencia del TC lo hicieron fracasar.

Desde España se dio por zanjado el asunto, con su habitual miopía política en relación a Catalunya. Pero como es lógico, el niño se despertó y el dragón seguía allí. Esos millones de catalanes no se fueron a casa pensando “bueno, pues muy bien, otra vez será”. Antes al contrario. A partir de ese momento surgieron movimientos cívicos desde la propia sociedad catalana que han sido los grandes propulsores y canalizadores del proceso independentista:




Y ya la existente Omnium Cultural


O visto de otra forma, muchos catalanes que hasta entonces todavía creían en la posibilidad de encontrar un mejor encaje de Catalunya dentro de España, finalmente desistieron de su intento. Como les había pasado a otras generaciones de catalanes anteriormente.

¿Pero cuáles son las razones que empujan a esta mayoría de catalanes a preferir la independencia?

Básicamente son tres las razones: de tipo emocional, de tipo cultural y de tipo económico.

Emocional: algunos catalanes “sólo nos sentimos catalanes” y queremos tener un estado propio para desarrollar nuestra nacionalidad al mismo nivel que pueden hacerlo los propios españoles o los ciudadanos de otros países.

Cultural: algunos catalanes creemos que dentro del estado español la cultura catalana -y la lengua catalana como su máxima expresión- no son respetadas, protegidas o cuidadas como deberían.

Económico: algunos catalanes creemos que las políticas económicas y especialmente de inversión de los diferentes gobiernos centrales perjudican de forma continua e injusta el desarrollo de Catalunya.


¿Todos los catalanes que quieren ser independientes se basan en estas tres razones?

No. Estas razones se entremezclan y seguro que en cada persona tiene mayor peso una que otra y es muy difícil ponderarlas. Sin embargo, podríamos asumir que, según cuál sea el sentimiento de pertenencia a Catalunya y a España de una persona en particular, cada una de estas cuestiones asumen mayor o menor relevancia.

Barómetros CEO de la Generalitat y del CIS del Gobierno Central:

                                                                                               CEO               CIS

Sólo se sienten catalanes                                                     30%                24%
Se sienten más catalanes que españoles                            29%                25%
Se sienten igual de españoles que catalanes                      35%                38%
Se sienten más españoles que catalanes                            2%                  5%
Sólo se sienten españoles                                                    2%                  6%
No sabe / no contesta                                                           2%                  2%


Si relacionamos el sentimieno de pertenencia con esos tres aspectos -lo emocional, lo cultural y lo económico-, parecería lógico asumir que:

  1. En los que sólo se sienten catalanes, las razones emocionales son muy importantes en cuanto aspiran a tener su propia nacionalidad catalana renunciando a la española.

  1. En los que se sienten más catalanes que españoles, la cuestión cultural es muy relevante. Aunque siguen teniendo un vínculo con España, al sentirse más catalanes que españoles es lógico pensar que es gente preocupada por la cultura catalana.

  1. En los que se sienten igual de catalanes que españoles, si alguno de ellos está a favor de la independencia posiblemente sea por una cuestión económica.


Además, parece lógico esperar que cada uno de estos aspectos -emocional, cultural y económico- incluye al siguiente como si fueran círculos concéntricos en ese mismo orden. Por ejemplo, los que “vivimos” Catalunya de una forma emocional, también lo hacemos cultural y económicamente. En el otro extremo, hay personas que residen en Catalunya por motivos profesionales y sus intereses en Catalunya son, por tanto, económicos, pero que cultural y emocionalmente son y se sienten españoles.


¿Quiénes son los catalanes que quieren ser independientes por una cuestión emocional?

Son los catalanes que nos sentimos “sólo” catalanes y nos gustaría expresar nuestra nacionalidad al mismo nivel que los propios españoles o los ciudadanos de otros países. Lo emocional sería todo aquello relacionado con el simbolismo. Tener nuestro pasaporte, nuestras selecciones deportivas y, sobretodo, nuestra propia voz en el mundo y sus organismos. Aunque España nos hubiera tratado de la mejor forma posible, igualmente querríamos ser independientes. Y esto no significa que despreciemos ser españoles, simplemente no nos sentimos como tales

Podría decirse que históricamente somos los catalanes que hemos optado por separarnos de España y ser independientes. Somos los “segadors” junto con Pau Claris. Somos los que resistieron el asedio de Barcelona en 1714. Somos los republicanos de Francesc Maçià y Lluis Companys. Somos posiblemente los que más salimos a la calle el 11 de Septiembre de 2012 en la famosa manifestación.

La mayoría de españoles no entienden estos sentimientos. Para ellos es imposible imaginar que alguien no se sienta español y, por eso, lo atribuyen a un “lavado de cerebro” de los políticos y de las escuelas y medios de comunicación controlados por aquellos. Si eso fuera así, el deseo de independencia o sentimiento de ser solo catalanes debería ser mucho mayor entre los jóvenes que entre los mayores. Veamos si es así:

  • Según la 3ª ola barómetro CEO, el 29.3% de los mayores de 64 años declaran sentirse “sólo catalanes”, mientras que el 52.9% de ellos votaria a favor de la independencia. Es decir, tan sólo un poco menos que el grupo de más jóvenes, algo que posiblemente se explique más por el talante más conservador que puedan tener los primeros frente a los segundos.

Creer que alguien que fue educado durante la dictadura de Franco y que cuando TV3 emitió por primera vez tenía 41 años como mínimo pueda cambiar un sentimiento tan profundo como es el de pertenecer a una nación u otra es algo absurdo.

Los catalanes que vivimos Catalunya como una “emoción”, queremos ser independientes por algo tan simple como que nos “sentimos” catalanes y no españoles. Igual que una persona de Cartagena, a pesar de “legalmente” pertenecer a la Comunidad Autónoma de Murcia, no se siente murciano.


¿Quiénes son los catalanes que quieren ser independientes por una cuestión cultural?

Muchos catalanes quieren ser independientes porque creen que la cultura catalana, y el catalán como máxima expresión de la misma, no sólo no son respetados ni cuidados dentro de España como debería ser, sino que incluso son reprimidos.

Es gente que, aunque a algunos le gustaría tener su propia selección catalana, también se alegran de los éxitos de “la Roja”. Gente que querría seguir siendo española, siempre y cuando España respetara y apoyara la cultura catalana y, especialmente, la lengua catalana. Son aquellos que, sin dejar de sentirse españoles, se sienten más catalanes.

Son los catalanes que históricamente han intentado encontrar un mejor encaje dentro de España. Son los que apoyaron las Guerras Carlistas. Es Valentí Almirall redactando el Memorial de Greuges. Es Prat de la Riba con su Mancomunitat de Catalunya. Son muchos de los votantes de CIU que apoyaron a Jordi Pujol para desarrollar el Estatut d’Autonomia, especialmente los que pertenecen a Unió. Era Pasqual Maragall con su Estatut del 2006. Era el “alma catalanista” del PSC.

Estos catalanes siempre han querido formar parte de una España plurinacional. Una España que respetara sus diferentes culturas y lenguas. Lamentablemente en muchas ocasiones, ahora y en el pasado, no se han sentido queridos y aceptados por el resto de España. La mejor expresión de este sentimiento la plasmó el poeta Joan Maragall en su Oda a Espanya, escrita en 1898. Traducida al castellano dice así en su inicio:

Escucha, España, - la voz de un hijo
que te habla en lengua - no castellana:
hablo en la lengua - que me ha dado
la tierra áspera:
en esta lengua - pocos te han hablado;
en la otra, demasiado.

Y acaba:

¿Dónde estas, España? - no te veo en ningún sitio.
¿No oyes mi voz tronadora?
¿No entiendes esta lengua -  que te habla entre peligros?
¿Has desaprendido a no entender a tus hijos?
¡Adiós, España!


Aunque a los catalanes se les impuso el castellano durante la dictadura, todos lo han aceptado como lengua propia y la quieren casi tanto o igual que el catalán. Lengua, el castellano, en la que muchos hablan a sus propios hijos, algo muy frecuente cuando uno de los dos padres es castellanoparlante. Esta gente confiaba que algún día la represión que el catalán sufrió con Franco, no sólo desaparecería sino que finalmente acabaría siendo una lengua apreciada y estimada por el resto de españoles.

La aceptación por parte de los españoles de la inmersión lingüística a partir del 1983 parecía que había solucionado este dilema. Sin embargo, es evidente que a la mayoría de españoles les cuesta aceptar España como un estado plurilingüe, entre otras cosas porque desconocen cuál es la historia del catalán.

Estos catalanes son los grandes desengañados. Los que se han dado cuenta que no existe una tercera vía. Son los que, después de un nuevo intento de mejorar el encaje de Catalunya en España, han visto que es imposible cambiar la mentalidad centralista y nacionalista de España. Son en realidad los que han promovido el gran cambio haciendo que el independentismo pasara del 20-30% al 45-55%.


¿Quiénes son los catalanes que quieren ser independientes por una cuestión económica?

Sin duda son todos los catalanes que hemos visto hasta ahora pero también algunos de los que se sienten igual de catalanes que españoles. Muchos inmigrantes estarían en este grupo. Son los andaluces que viven en Catalunya y que, cuando vuelven en verano a sus pueblos, se sienten diferentes porque sus parientes les reprochan la insolidaridad de los catalanes, a pesar de que con sus propios ojos ven que el nivel de vida o las políticas sociales que disfrutan allí son mejores que las que ellos tienen en Catalunya (ver post sobre El déficit fiscal)

Este grupo son los grandes indecisos. ¿Cómo votar sí a la independencia de Catalunya si en realidad se sienten españoles? Sin embargo, la alternativa de seguir sintiéndose perjudicados económicamente tampoco les atrae. Son catalanes que posiblemente estaban de acuerdo con el pacto fiscal y que, al no conseguirlo, algunos han empezado a plantearse qué alternativa es mejor. Por un lado, es lógico que el corazón les dicte seguir siendo parte de España. Pero, por otro, la cabeza les puede estar diciendo que la opción de la independecia sería lo mejor para el futuro de sus hijos y el suyo propio, siempre desde un punto de vista económico.

¿Qué perderían con ello? En realidad poca cosa. Seguirían teniendo la nacionalidad española e incluso, si quisieran, podrían optar por tener la doble nacionalidad. Nadie les impediría seguir apoyando a la Roja, ni seguir sintiéndose españoles y saben que la lengua castellana seguirá siendo co-oficial en Catalunya, como han declarado todos los partidos independentistas.

En realidad, no estarían en una posición muy diferente de la de cientos de miles de españoles que viven por todo el mundo y que no por ello han perdido ni un ápice de su españolidad.

A pesar de todo esto, no podemos asumir que todos los que se sienten igual de españoles que catalanes votarían sí a la independencia. En realidad, serán una minoría porque es difícil que por el bolsillo renuncien a algo tan emocional como contribuir a que la tierra donde viven deje de ser española.

Finalmente, tampoco debemos olvidar los cientos de miles de inmigrantes de otros países. Aunque normalmente no aparecen reflejados en las encuestas, muchos de ellos también tienen voz y voto. En este caso, es lógico esperar que su vínculo con España sea menor desde un punto de vista emocional y que, por tanto, su preocupación por tener un mejor futuro económico en algún caso también les lleve a optar por la independencia. Pero después de lo que les puede haber costado llegar hasta Europa y conseguir un pasaporte español, posiblemente muchos opten ahora por ser lo más conservadores posibles. Además, son muchos los que les han metido la idea en la cabeza de que, en una Catalunya independiente, se les obligaría a hablar en catalán, algo absurdo pero que en mi propio personal lo he visto.


¿Cuántos catalanes quieren ser independientes por cada una de estas razones: emocionales, culturales y económicas?

No existe ningún estudio ni encuesta en profundidad que nos permita responder a esta pregunta, pero sí que podríamos hacer algunas suposiciones que nos pueden ayudar a hacer estimaciones.

Es lógico pensar que los que “sólo se sienten catalanes” mayoritariamente forman parte de los que votarían SÍ en un referèndum. Y también tiene sentido asumir que los que “se sienten tan catalanes como españoles” difícilmente votarían que SÍ por la independencia como decíamos anteriormente. La gran duda estaría en el grupo intermedio: los que se sienten más catalanes que españoles.

Si analizamos las diferentes encuestas que se han realizado a lo largo de los años sobre el apoyo a la independencia, vemos que desde hace dos décadas la cifra estaba fija en torno al 30-35% (ver datos del ICPS, precursor del actual CEO). Es decir, prácticamente el mismo número de personas que declaran sentirse sólo catalanes (24-30%).

Sin embargo, durante los últimos años, el fracaso del nuevo Estatut y del pacto fiscal han provocado que este % fuera aumentando hasta llegar la franja que se mueve entre el 45% y el 55%, tal y como muestran las diversas encuestas o elecciones realizadas. Si sumamos los catalanes que declaran sentirse sólo catalanes (24%-30%) más los que declaran sentirse más catalanes que españoles (25%-29%), esto nos daría una franja de 49%-59%, porcentajes muy similares a los que se declaran a favor de la independencia.

Curiosamente, si a estos dos grupos sumamos los que “se sienten igual de catalanes que españoles” (38%-35%) tenemos un total de 87%-94%, cifras también cercanas al 79.3% que declararon en la 3º ola del CEO estar a favor del pacto fiscal. Parece lógico suponer que este grupo de catalanes que se sienten igual de españoles que catalanes, difícilmente votarían a favor de la independencia, pero en cambio sí que es muy posible que estén a favor de un mejor trato fiscal por su lógico beneficio.

Por tanto y aunque no tenemos ningún cruce de datos que nos permita afirmarlo con rotundidad, tiene sentido pensar que el grueso de los que votarían a favor de la independencia son aquellos que:

  • Sólo se sienten catalanes
  • Se sienten más catalanes que españoles

Mientras que el apoyo a un pacto fiscal lo forman todos los anteriores más buena parte de los que se sienten tan españoles como catalanes.


Es decir, el gran cambio en el apoyo al independentismo, mayoritariamente ha venido por ese grupo que se sienten más catalanes que españoles y ha sido, por tanto, más por motivos culturales que no económicos.



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